La rodilla es otra de las consideradas, grandes articulaciones del cuerpo. Esta formada por el fémur (muslo), tibia y peroné (pierna) y la rótula. Tiene 2 meniscos los cuales son los encargados de absorber el impacto durante la marcha. Su movilidad es básicamente una bisagra, sin embargo, tiene pequeños movimientos de rotación y pivoteo poco perceptibles y que ocurren durante el movimiento de flexión y extensión.
En estos casos las cirugías la mayoría se hacen de manera ambulatoria y los pacientes, una vez rehabilitados, son capaces de volver de manera completa nuevamente a sus deportes preferidos.
En el caso del desgaste articular, la prótesis de rodilla es un procedimiento exitoso que le devuelve la independencia y una vida sin dolor.
Las causas más comunes por las cuales un paciente requiere una prótesis de rodilla son artrosis (idiopática o postraumatica), enfermedades inflamatorias (artritis reumatoide, lupus, psoriasis, etc), necrosis avascular, tumores, etc.
Se estima que en USA, el incremento en prótesis de rodilla se calcula alrededor de un 673% (3.78 millones de procedimientos) para el 2030, y que el número de revisiones (segunda cirugía) se incrementará en un 601%. La demanda para pacientes menores de 65 años se incrementó en más del 50% para el 2016. La esperanza de vida en aumento, enfermedades como la obesidad y la necesidad de mantener un estilo de vida activo son factores que favorecen este incremento en el número de procedimientos.
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